Italia se va

Italia vive una pesadilla y el campeón queda fuera del mundial de Sudáfrica sin ganar un sólo partido.

El estado de Johannesburgo vivió un gran encuentro de futbol el día de hoy, por un lado la selección de Eslovaquia que necesitaba a como diera lugar un triunfo, por el otro Italia con un empate estaba en la siguiente fase.

El encuentro dio inicio con unos eslovacos bien parados en la cancha, determinados a jugar con fuerza y coraje.

Y esa garra se reflejó sin duda en la primera mitad, Italia se vio desdibujada y sin entendimiento en su media cancha, la selección de Eslovaquia mantuvo la presión desde la salida italiana y metió en aprietos en varias ocasiones a los Azzurri.

La escuadra de Eslovaquia mantuvo el orden y atacó en todo momento los espacios largos buscando siempre a Robert Vittek.

Los errores condenaron a los italianos, De Rossi falló en la salida, Juraj Kucka cortó el balón y sólo le restaba a Vittek consumar el buen desempeño de su equipo hasta el momento.

El primer gol cayó con apenas 24 minutos de juego e Italia seguía sin aparecer en el campo.

Pareció que los únicos que entendían la importancia de este juego eran los eslovacos, quienes siguieron poniendo en peligro con algunos disparos la portería defendida por Federico Marchetti.

Italia intentó acomodarse de manera diferente para la segunda mitad, Fabio Quagliarella, Christian Maggio y Andrea Pirlo quien sin estar en su mejor condición física entraron en cambios que reflejaban la necesidad de gol.

El paso del tiempo comenzaba a marcar el destino de los italianos que poco a poco despertaban, quizá demasiado tarde.

Un remato de Quagliarella que sacaron de la línea de gol fue el primer aviso de que Italia iba con todo.

Sin embargo Eslovaquia supo y pudo aprovechar los espacios, Vittek encontró su segundo gol y la cara de Cannavaro lo decía todo, la falta de concentración de su defensa permitía un gol más.

Sin bajar los brazos Italia fue al frente, tal vez con más ganas que juego, demostrando algo que no se le había visto, juego ofensivo.

Por fin un gol italiano se pudo cantar y Antonio di Natale dio esperanza al aún campeón de seguir con vida, el juevo empezó a vivir sus mejores momentos, Italia tirada hacia adelante, Eslovaquia esperando un contragolpe.

Los italianos siguieron atacando pero los problemas defensivos no se ajustaron y en un saque de banda Kamil Kopunek dio a su selección el pase a octavos de final.

Instantes después, Quagliarella con golazo pero sin mucho tiempo en el reloj le dio vida a su equipo, Pepe falló frente al arco rival y con ello la esperanza desaparecía.

Italia comprendió muy tarde que un Mundial se gana con goles, un mundial es de juego ofensivo y sobretodo un mundial es de entrega en todos sus partidos y no sólo en los últimos 20 minutos de juego.