Sigue pendiente la nueva temporada de la NBA

La NBA busca rescatar la temporada que ya perdió las dos primeras semanas de noviembre.

Con una nueva negociación sobre la mesa, el pasado jueves 10 de noviembre los jugadores de la liga de baloncesto y los dueños de los equipos intentaron llegar a un acuerdo para salvar la temporada 2011-20112.

Luego de vencer el contrato colectivo el 30 de junio, y sin tener un acuerdo previo que tuviera a ambas partes de cara a un inicio tranquilo de temporada, las primera pérdidas económicas ya se ven reflejadas.

Los involucrados concuerdan en querer lo mejor para la liga y los aficionados, siempre y cuando las exigencias de cada uno se acepten tal y como las presentan. Esto en la práctica queda muy lejos de anunciar la solución.

Por una parte los dueños insisten en que es imposible seguir con el convenio anterior, ya que ante la presente crisis hay pérdidas millonarias para 22 de los 30 equipos de la NBA, lo cual los lleva a exigir que dicha situación no se repita.

A su vez el sindicato de jugadores toma como irreales las pretensiones de los dueños, rechazan el 50 por ciento del reparto de los ingresos del baloncesto, se niegan a que se toque el tope salarial y los contratos garantizados.

Las negociaciones siguen en marcha, sin embargo para muchos la última propuesta no es la mejor, aún así los represntantes del sindicato acordaron revisarla y esperan dar a conocer su decisión la siguiente semana.

Sin grandes promesas por delante, se espera que esta temporada pueda ser de 72 juegos empezando el 15 de diciembre, siempre y cuando éste último acuerdo proceda.

Es difícil determinar quien debe ceder, entender las finanzas del mundo del deporte suele llevarnos a un mundo bastante complicado; hay quienes acusan a David Stern comisionado de la NBA y a los dueños de querer exprimir al máximo a los jugadores, otros aseguran que son los jugadores los que no están dispuestos a bajarse uno o dos puntos porcentuales.

Los cierto es que ya se cumplen más de 133 días de huelga, 140 horas de negociaciones y 22 reuniones sin que se vea un futuro prometedor para el deporte ráfaga.